Semillas Andantes nos acerca al sorprendente mundo de las plantas y las semillas, a través de sus sofisticados diseños y de sus estrategias para llegar a nuevos territorios.

Las semillas, con sus peculiares formas y colores, cuentan con ingeniosos mecanismos que hacen posible su propagación hacia lugares que de otra forma no podrían llegar. Existen las que explotan para llegar lo más lejos posible (ballocorias), las que son extremadamente livianas para ser llevadas por el viento (anemocorias), otras que se esparcen por el mundo flotando en el océano (hidrocorias), también existen aquellas que cuentan con minúsculos ganchos para aferrarse a animales que usan como transporte (ectozoocorias) y hasta las que buscan ser ingeridas por algún animal para más tarde ser diseminadas (endozoocorias).

Este mundo, que muchas veces pasa desapercibido, contiene plantas y semillas que han ido perfeccionando sus diseños durante millones de años, fomentando la cooperación con otros seres vivos para adaptarse a su entorno y crear relaciones mutualistas. Estos sorprendentes casos nos ayudan a visualizar las complejas relaciones dentro de la naturaleza y a darnos cuenta de cómo todo, eventualmente, está conectado.

Las semillas son unidades de diseminación de las plantas que funcionan como cápsulas protectoras que contienen un embrión (del cual nace la planta), una fuente de alimento para que pueda crecer (endosperma) y una capa exterior (episperma).

La diseminación de las semillas tiene como finalidad extender su territorio para conseguir más espacio y nutrientes, y puede darse a través de agentes de dispersión abióticos (no vivos) y bióticos (vivos) denominados anemocoria (viento), hidrocoria (agua), zoocoria (animales) y autocoria (de forma autónoma).